Tu niño con autismo tira del pelo, muerde, lanza objetos, rompe cosas, tira la comida, mete la mano en el plato mientras come, escupe, se quita la ropa fuera de casa, se golpea continuamente… ¿No sabes cómo hacer que desaparezcan?

Niño que tira del pelo

Existen multitud de conductas que en principio integramos pero que algo nos dice en nuestro interior que hemos de trabajar porque no son beneficiosas para el niño ni parala correcta integración de nuestro niño consigo mismo, en casa y en el entorno social.

Cuando educamos a nuestros niños típicos tenemos muy claro los límites y las exigencias que determinamos para su educación pero cuando nuestros niños tienen algún tipo de dificultad, trastorno o condición de desigualdad los patrones esta realidad cambia y aparecen situaciones que no habrían sido imaginables. Es una situación natural y no nos hemos de culpar por ello sino seguir a nuestra intuición y reconducir estas situaciones a donde nos dicta nuestro corazón por el bien de nuestros niños. En estos casos el plan de acción es mucho más necesario porque determinará su éxito individual y social, y, en consecuencia, su felicidad.

En ocasiones parece divertido, curioso o cosa de niños cuando estas conductas aparecen que casi ni nos damos cuenta y que no parecen relevantes. Pero un día se nos enciende la preocupación y decidimos poner especial atención a esto que naturalmente ha ocurrido. ¿Una herramienta para evaluar la gravedad de la conducta?… imaginemos a nuestro niño con 10 años más en plena adolescencia y del tamaño de un adulto haciendo eso en público. Ahí tenemos la línea para evaluar si hemos de ponernos a trabajarlo o realmente no tiene importancia y podemos seguir sin establecer un plan de acción.

Antes de comenzar el Plan de Acción es muy importante tener en cuenta que no haya ningún dolor, problema médico o de salud que esté provocando esa conducta, a veces de una dolencia puede haber una intensa expresión conductual que es señal de tomar las acciones médicas oportunas.

Para realizar esta evaluación cuando tenemos niños \»conductuales\» (que presentan cantidad significativa de conductas disruptivas o inapropiadas) el PRIMER CONSEJO es utilizar un \»Cuaderno de comportamiento\». Lo ideal sería registrar en él la fecha, hora, lugar, antecedentes (que ocurrió antes), descripción de la conducta, cómo el niño se sentía realizándola y cómo la gente respondió a dicha conducta.

El SEGUNDO CONSEJO es marcarte un objetivo a la vez, como máximo dos pero que sean de dos áreas diferentes y que actúen de forma independiente. Hay que ser realistas y marcar objetivos alcanzables, eso va para el niño y para los padres, los cambios del comportamiento no suceden de la noche a la mañana y si no puede ser frustrante!

El TERCER CONSEJO es \»somos un equipo y debemos actuar juntos\» hermanos, abuelos…familia, escuela y terapeutas tenemos que ser consistentes porque ahí radica nuestra fuerza y efectividad. Todos tenemos que estar informados y debemos tener los mismos objetivos y reacciones con respecto a la conducta.

El CUARTO CONSEJO es el Plan de Acción, la estrategias son las siguientes, tener en cuenta que cada conducta es particular y tiene una función en cada niño así que éstas son orientaciones generales, cada equipo puede hacer su plan de acción individual adaptado a la conducta y al niño. Las estrategias son:

  • Prevención: hemos de bajar la frecuencia de la conducta así que hemos de prevenir siempre las situaciones donde ésta aparece hasta que seamos capaces de manejarla y reconducirla con objetivos constructivos y funcionalizarla.
  • Reforzar conductas apropiadas: hay muchas situaciones dónde esta conducta podría aparcer y no lo hace así que vamos a poner nuestra atención aquí, en su esfuerzo y positividad, hay muchos momentos que ya son logros para nuestros niños y los pasamos por alto y normalizamos cuando son extraordinariamente positivos y potentes para potenciar las conductas apropiadas en vuestro niño, \»esto es lo que quiero que hagas en vez de esto no quiero que lo hagas\».
  • Extinción: La extinción es seguir como si nada, no es hacer un silencio, mirar al niño y luego seguir caminando con cara descompuesta. Se trata de que la conducta no siga ejerciendo impacto en el día a día, eliminando estrés, incomodidad, desorientación… \»más nervioso tú más tranquila yo\» esto es muy útil cuando no tenemos tiempo para reconducirla, \»todo lo que no ves no existe\», y en el día a día hay muchos momentos que esto ocurre y no tenemos ni las fuerzas ni el tiempo de llevar correctamente la contingencia así que sigue caminando y respira hondo, en otro momento será!
  • Acción: Determinamos la función que esa conducta tiene y conseguimos pensar en alternativas funcionales para darle salida, de manera constructiva. Ahí van algunos ejemplos: si tenemos niños que muerden, utilizar mordedores y estimulación bocal; si tenemos niños que tiran del pelo, utilicemos telas, muñecas, masajes donde el contacto y la parte sensorial sea fuerte, si tenemos niños que se desnudan provocarlo intencionalmente más veces al día pero de manera controlada por ejemplo para un baño y vigilar la ropa y la temperatura que no haya nada que moleste; si hay niños que meten continuamente en la comida, buscadores de agua y líquidos orientaremos el juego al agua, barro, espumas… Seguro que habrá una manera de reconducir la conducta hacia otra más útil, apropiada y que sirve de autorregulación efectiva para el niño. Pensar que \»no es que no quiera sino que no puede actuar de otra manera\», aquí el lenguaje tiene mucho que ver porque es directamente proporcional a la ausencia de conductas.
  • Consistencia: suelen decir que antes de que una conducta desaparezca sube en frecuencia e intensidad, y tiene mucha razón, si siempre que hemos llamado al timbre de una puerta nos han abierto, cuando esto no ocurre ¿qué hacemos? seguir llamando hasta que nos resignemos a que no hay nadie en casa e irnos o escoger otra manera para lograr acceder al interior. Así que aquí es donde los 3 primeros puntos han de estar fuertes y inamovibles (Prevención+Reforzar+Extinción)

Con todas estas pautas podemos tener una efectiva acción ante esas conductas, siempre dotando y fomentando la comunicación de nuestros hijos para que puedan utilizar otro tipo de expresividad para estos momentos que nosotros naturalizamos a través de la comunicación. Tener Paciencia, serenidad y acompañar a vuestros hijos y apoyaros en profesionales expertos para poder establecer un mejor funcionamiento del día a día.

Lo conseguiréis seguro!!!

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