Conseguir unos buenos hábitos de alimentación en niños no es fácil pero cuando nos acompañan dificultades sensoriales, físicas y comunicativas el reto es todavía mayor. Es común que a nuestros niños no les gusten ciertos alimentos, que rechacen ciertos platos o incluso bebidas. Nuestro objetivo en este artículo es buscar alternativas o formas para que nuestros pequeños puedan tener una alimentación completa, equilibrada y saludable.
Todos sabemos muy bien la teoría pero ¿cómo conseguir que se anime a probar otras texturas?¿colores y sabores? Algunos principios antes de comenzar con el “Entrenamiento”!
- El cambio es posible: Una cosa tenemos que tener clara para empezar y es que los gustos cambian, que nuestros hijos no han comido siempre lo mismo desde siempre así que si han conseguido variar la alimentación un vez también lo podrán hacer más veces.
- Cuanto antes mejor: Todas las cosas que tienen que ver con los hábitos, la educación aunque sea gastronómica si comenzamos cuanto antes mejor. Hay un gran error si pensamos que han alimentos para niños y otros no. No todos los alimentos le gustarán al primer bocado pero cuanto más temprano vean la alimentación como un experimento de exploración más curiosidad, más habilidades de cambio y menos rigideces experimentarán de cara a un futuro.
- Cuando más variedad mejor: Dale a probar de todo, hay millones de texturas, colores, formas, cremas, salsas, trozos, frutas, verduras, frutos secos… la alimentación es tan rica que podremos tener mucho más acierto cuanto más intentos variados hayamos conseguido. Un mismo alimento se puede cocinar de tantas formas que parece casi imposible (y a veces es así) que sólo se limiten a 3 o 4 alimentos.
- Busca el momento: los hábitos de alimentación también están relacionados con el tiempo en varios sentidos:
- desayuno, almuerzo, comida, merienda o cena… todas las personas se regulan y tienden a tener mayor preferencia por alguna de estas comidas así que intentemos encontrar cual es el momento ideas para introducir nuevos alimentos.
- antes, durante o después… quizás cuando hay más hambre pero otro es caso hay personas que cuando más hambre hay menos tolerantes son, que les cuesta empezar a comer porque no son grandes comedores y necesitan un momento para coger ritmo y después cuando ya se ha ido el momento de “vorágine” uno se relaja y es capaz de jugar, experimentar… buscar el de vuestro hijo.
- de temporada… nadie puede negar que según como esté el día, la estación, la temperatura puede ser más apetecible un tipo de alimentos, texturas, colores que otros así que poneros al día en cómo sintonizaros con esa apetencia natural del cuerpo en sus estaciones.
- Mantener un horario fijo para cada comida: debemos acostumbrar al cuerpo de nuestros hijos a cumplir unos horarios y evitar saltar horas. Cuidar mucho los “entrehoras” hay personas que no les afecta en el apetito pero hay otras que puede quitar todo el apetito para la comida principal.
- Comidas originales o tradicional: Aquí se nos presenta un dilema, por un lado un plato nuevo y original puede crear atractivo y motivación en un colectivo de niños pero en otro puede crear un rechazo porque les gustan las cosas como las conocen, como están acostumbrados e intentar seguir su patrón alimenticio para introducir variedad aunque no tan brusca puede ser un acierto en muchos niños. Poco a poco para aumentar en la flexibilidad en la tolerancia a alimentos nuevos hay que tratar de no caer en la monotonía, haz que el menú pueda variar para impedir que tu pequeño (1) se vuelva rígido en los hábitos alimenticios y/o (2) se aburra de la misma comida siempre.
- Trae sus favoritos a la mesa! todas sus preferencias nos pueden ayudar, si le gustan los números, las letras, las figuras geométricas… todo puede ayudarnos a mejorar la presentación y el primer impacto de lo nuevo en nuestros niños. Hay pasta con forma de estrellas, letras, números… imaginación para poder atraer la atención de nuestros pequeños en este momento de rigidez.
- Cualquier paso adelante es un cambio: el simple hecho que toque un alimento nuevo, que lo huela, que lo tolere en el plato con el resto… pensemos que cualquier cosa nos acerca a nuestro objetivo así que empezar con pequeños pasos para llegar a completar poco a poco nuestro reto.
- Comer juntos en familia siempre que sea posible: no tenemos que olvidar que el ejemplo es un modelo para los niños así que es importante poder comer con ellos para poder moldear su conducta y que cada vez se acerquen a lo que nosotros comemos y no tengamos que hacer comidas diferentes para cada uno, esto además aligerará nuestro peso en la logística y el tiempo. Tratemos de hacer que las comidas sean espacios de diálogo, agradables con la conversación y el intercambio. Sino pueden aprender a asociar la alimentación con el estrés.
- Involucre a sus hijos en la compra de alimentos y la preparación de comidas. Estas actividades nos darán pistas sobre las preferencias alimentarias de sus hijos, una oportunidad para enseñarles sobre nutrición y brindar a sus hijos una sensación de logro. Además, los niños pueden estar más dispuestos a comer o probar alimentos que ayudan a preparar y comprar que significa ya hay una tolerancia o primer contacto previo.
- Intente evitar comer mientras mira televisión. Tratemos de comer sólo en áreas designadas de su hogar, como el comedor o la cocina. Comer frente al televisor puede dificultar prestar atención a los alimentos así como a los sentimientos de saciedad y puede llevar a comer en exceso.
- Muy importante cuánto??? tienda a hacer porciones pequeñas si son “malos” comedores, así le parecerá que lo tiene controlado en vez de enfrentarse con un plato que a simple vista ya nos llena sólo con verlo. Llegar a repetir o pedir más sería un indicativo de que algo estamos haciendo bien!!!
Todas estas recomendaciones son personalizables pero nos pueden dar unas buenas pistas para acercáros con éxito a que nuestros hijos sean poco a poco comedores, más versátiles, más tranquilos, más flexibles y que no sea un momento traumático que se presenta 3 veces al día porque tiene que ser agotador para vosotros tener ese problema recurrente así mucha suerte con los intentos!!! No olvidemos tener paciencia con ellos y con vosotros e ir fomentando los hábitos día a día, y poco a poco veremos buenos resultados.
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