Existe una amplitud de problemas a la hora de diagnosticar el TEL, la primera estrategia es la de intentar agrupar esos tipos en problemas logopédicos similares, para facilitar su evolución así como su tratamiento. Podemos imaginar los problemas existentes sobre el concepto de TEL y la manera de identificarlo, y en consecuencia, las numerosas clasificaciones para establecer subtipos de este trastorno.
De todas estas clasificaciones, la más conocida a nivel internacional es la de Rapin y Allen (1987, 1988), quienes a partir de un análisis de muchos casos clínicos distinguieron hasta un total de 6 subtipos de TEL, cuyas características se resumen en la tabla siguiente:
1. TRASTORNOS EXPRESIVOS: Las personas con este subtipo de trastorno específico del lenguaje tienen limitaciones marcadas en la producción del lenguaje sin que existan problemas de comprensión.
- Trastorno de la programación fonológica: donde se da una cierta fluidez de producción, pero con articulación confusa (enunciados casi ininteligibles). Notable mejoría de calidad articulatoria en tareas de repetición de elementos aislados (sílabas, etc) con una comprensión normal o casi normal.
- Dispraxia verbal: encontramos una incapacidad masiva de fluencia con una grave afectación de la articulación (hasta ausencia completa de habla). Con enunciados de 1 o 2 palabras, que no mejoran en su realización articulatoria con la repetición. Con una comprensión normal o próxima a la normal.
2. TRASTORNOS DE COMPRENSIÓN Y EXPRESIÓN:En general, se considera que si existen problemas de comprensión en el lenguaje va a existir asimismo dificultades severas en la producción o expresión. En este tipo de trastorno, por lo tanto, se pueden observar dificultades tanto a la hora de elaborar el habla como a la hora de comprenderla.
- Trastorno fonológico sintáctico: se trata de un déficit mixto receptivo-expresivo con fluidez verbal perturbada. Nos encontramos con una articulación de habla alterada una sintaxis deficiente: frases cortas, omisión de nexos y marcadores morfológicos, laboriosa formación secuencial de enunciados. Comprensión mejor que expresión aunque hay variables de dificultad de comprensión: longitud del enunciado, complejidad estructural del enunciado, ambigüedad semántica, contextualización del enunciado, rapidez de emisión.
- Agnosia auditivo-verbal: es lo que se conoce como sordera verbal con una fluidez verbal perturbada. Comprensión del lenguaje oral severamente afectada o ausente. Una expresión ausente o limitada a palabras sueltas con la articulación gravemente alterada pero una comprensión normal de gestos.
3. TRASTORNOS DEL PROCESO CENTRAL DE TRATAMIENTO Y DE LA FORMULACIÓN: Se trata de un subtipo de Trastorno Específico del Lenguaje en el que se pueden observar diferentes problemas que no se corresponden por entero al propio hecho de comprender o expresar el lenguaje, sino con aspectos como la presencia de una sintaxis alterada y un ligero tartamudeo o bien dificultades de comprensión debidas a la literalidad con el que el lenguaje no es entendido o no se adapta a las situaciones.
- Trastorno semántico pragmático: Nos encontramos con un desarrollo inicial del lenguaje más o menos normal con articulación normal o con ligeras dificultades. El Habla es fluído a menudo logorreica, incesante e imparable y puede emitir frases aprendidas de memoria. Sus enunciados están bien estructurados gramaticalmente pero tiene grandes dificultades de comprensión; puede haber una comprensión literal y/o no responder más que a una o dos palabras del enunciado del interlocutor. Se da una falta de adaptación del lenguaje al entorno interactivo: deficientes ajustes pragmáticos a la situación y/o al interlocutor, coherencia temática inestable, probable ecolalia o perseverancia.
- Trastorno léxico-sintáctico: Este trastorno tiene un habla fluente con pseudotartamudeo ocasional por problemas de evocación. La articulación normal o con pequeñas dificultades. Se da una jerga fluente sobre todo en el niño pequeño. Encontramos una sintaxis perturbada: formulación compleja dificultosa, interrupciones, perífrasis y reformulaciones, orden secuencial dificultoso, utilización incorrecta de marcadores morfológicos, frecuencia de “muletillas”. Se da una comprensión normal de palabras sueltas con una deficiente comprensión de enunciados.
Esperamos hayan quedado claros en esta clasificación pero recordar que al final no es más que eso, una clasificación que ayudará a adquirir una habilidad observacional y que cada niño es único y se tiñe de aquello que le rodea así que estimular pero hacerlo con el corazón y también con un poquito de intuición!
Cristina Oroz Bajo
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