La ansiedad se comienza a materializar, el sueño incluso el crecimiento se pueden ver afectados por este confinamiento.
El confinamiento es una situación muy estresante para cualquier persona pero cuando se trata de cómo afecta a una familia con uno o varios niños con discapacidad estamos hablando de un reto. Quizás las primeras semanas pueden ser un momento aterrador pero en el proceso de adaptación vamos sacando lo mejor de cada uno porque de eso se trata la supervivencia.
Cuando el tiempo se dilata empezamos a notar los verdaderos efectos de un “encierro”. Ansiedad, estrés, bajo estado del ánimo, ira, aburrimiento, confusión… Como siempre desde Método VICON conocemos bien las realidades de nuestras familias así que vamos a hacer una “radiografía” primero para tomar conciencia de lo que está pasando, de lo que va a pasar y de lo qué podemos hacer nosotros para remediar o evitar que las consecuencias sean negativas.
- DORMIR: Cambios de ritmo de sueño, la falta de actividad, cambio de ritmo en el sueño… ¿Sabías que uno de cada tres niños tiene problemas del sueño y que en la mayoría de los casos se trata de insomnio? Neuropediatras aseguran que dormir mal, poco o cambiar el ritmo de sueño puede provocar cansancio, somnolencia, irritabilidad y cambios de carácter en los niños pero algo que es menos conocido, es que los trastornos del sueño infantil pueden afectar al desarrollo. Esto se debe a que por la noche, durante el sueño, se desarrollan una serie de procesos metabólicos de nuestro organismo y nuestro cerebro que regulan el aprendizaje, el desarrollo cognitivo y el crecimiento. Para lo que es muy importante seguir con buenas rutinas, favorecer el descanso y una buena actividad para facilitar la activación del cuerpo y la mente.
- HORARIO: Un horario estable y unas horas de sueño constantes cada día. Esto no quiere decir que tengas que despertar a tu hijo todos los días a la misma hora, sino que seas constante en el horario aproximado de despertar y dormir, duerma las horas que necesita y no acabe con el sueño completamente invertido.
- ALIMENTACIÓN: La alimentación es otro de los aspectos a controlar durante el confinamiento. Estos días, tu hijo va a pasar 24h en casa y, como tú, se va aburrir en muchos momentos. Ese aburrimiento le llevará a buscar algo que le permita sentirse mejor y con demasiada frecuencia será la comida. No es una cuestión sólo de la cantidad de comida, sino de cuidar la calidad en la alimentación.
- ACTIVIDAD: En relación al ejercicio, probablemente sea uno de los puntos más difíciles a cuidar cuando se trata de niños con discapacidad. Cuando estás encerrado en casa, lo mayor limitación es el espacio. No pueden correr, apenas pueden saltar y lo máximo que pueden hacer es moverse por la casa. Comer mucho y mal, tener un sueño de poca calidad y hacer poco ejercicio son una malísima combinación para nuestros niños. Uno de los factores más relacionados con el crecimiento es el efecto mecánico que la actividad física que suelen realizar los niños provoca sobre los cartílagos de crecimiento de los huesos.
- CRECIMIENTO: Los niños suelen correr y saltar continuamente y la presión brusca e intermitente que esto provoca sobre esas líneas de crecimiento de los huesos es un gran estímulo para la fabricación de más células y con ello, del crecimiento. Dedica tiempo a jugar con tu hijo a la antigua usanza. Proponle juegos en los que tengáis que correr, saltar, subir, bajar, atravesar obstáculos… ponle retos a alcanzar, trepar… Hoy en día, la mayoría de los teléfonos móviles cuentan con aplicaciones que permiten medir la movilidad, los pasos… búscala en el tuyo, poned un objetivo y empezad a jugar. Es muy importante porque sino podría perder masa muscular y aumentar su riesgo de esguinces y problemas de coordinación tras la cuarentena.
- SOL: La escasa exposición solar de estar encerrado en casa puede provocar la falta de vitamina D, que sirve para muchas cosas en nuestro organismo. Con respecto a los huesos, la vitamina D es fundamental para un buen desarrollo óseo y la mineralización. Además, su déficit es uno de los más frecuentes y menos detectados entre niños y adultos en nuestro país. La luz solar es necesaria para que nuestro cuerpo pueda metabolizar correctamente la vitamina D, por tanto, no dejes que tu hijo pase todo el día en su cuarto, encerrado, sin ver el sol. Busca ratos para exponerlo a la luz, e intenta que le llegue a cuanta más superficie corporal mejor. Acércalo a las ventanas, al balcón o a la terraza de tu casa en momentos de más intensidad solar, con sumo cuidado, claro.
- PANTALLAS: No es tiempo de prohibir el uso del móvil ni la consola. Todo lo contrario! De hecho, intenta establecer una rutina también con eso, un horario de juego con la consola o la tablet para que pueda desconectar de la realidad que estamos viviendo y libere su mente de preocupaciones y agobios. Juega con él e incluso habla con los padres de sus amigos y compañeros para organizar encuentros en los que todos participéis. Puedes crear grupos y competir padres contra hijos.
En general, los niños están llevando la situación bastante bien. Los problemas empezarán a surgir a partir de ahora, donde es posible que muchos estén más irritables, con más conductas estereotipadas, con dificultades en el control de esfínteres o incluso que lloran sin motivo aparente. Es fundamental para poner un poco de orden en nuestras vidas y para darnos seguridad. Mantén un buen equilibrio entre actividades relajantes y de activación porque ahora es el momento de regular toda esta ansiedad que se está manifestando del confinamiento. El ser humano funciona mejor cuando mantiene una rutina. Si mantenemos nuestra hora de levantarnos, de las comidas, de acostarnos y si hacemos un poco de ejercicio. Es importante hacer diferentes los días de semana de los de fin de semana.A largo plazo, en los niños lo más probable es que no haya ningún tipo de secuela a nivel psicológico, siempre y cuando mantengamos las pautas y sigamos las recomendaciones. Si dejamos que todo sea un caos, si hay discusiones todos los días, si dejamos que cada uno haga lo que le da la gana… Pues ahí van a surgir problemas pero como surgirían en una situación en la que podamos salir a la calle, exactamente igual.
Cristina Oroz Bajo
Valeria
Hola yo tengo a Benicio con Trastorno del Lenguaje diagnosticado. Vivimos en departamento y no tenemos mucho lugar. Bailamos a veces. Hacemos tarea dibujamos . No quiere salir porque dice que se va a contagiar hicimos los papeles para sacarlo y no quiere.
Cristina Oroz Bajo
Intenta hacerlo con reloj en mano un minuto en la calle y bien protegidos a ver si así se acostumbra.
Mucha suerte y cuidaos mucho.
Gracias por tu mensaje!