Antes de nada, en relación con la anterior publicación, tenemos que saber qué perfil de niño de comedor tenemos… ¿El niño come? ¿Come algunas cosas? ¿Come frutas y verduras? ¿Lo sólido se le resiste aún?
De esta manera, vamos a empezar entendiendo qué tipo de perfil nos referimos cuando decimos que es un “niño comedor”
Perfil niño comedor:
Aquí tenemos el punto de partida y nos preguntaremos qué predisposición tiene nuestro hijo con respecto a esas comidas. Me explico, como todas las personas, tenemos una conducta a la hora de comer y muchas veces viene determinada por la preferencia de los alimentos, por el horario, el espacio… Hay niños que se dispersan en el salón y comen mejor en la cocina… o incluso la persona con la que comparto esta comida; hay vínculos que potencian las conductas disruptivas y otros que las equilibran.
En nuestro caso estos aspectos son muy importantes para poder realizar una estrategia de implementación de los objetivos a nivel de alimentación, conducta y asignación de tareas y tiempos. Muchas veces tenemos niños que les cuesta desayunar, otros, es el momento del día que más disfrutan, otro tipo de niños son amantes de los picoteos, o incluso disfrutan muchísimo con la cena porque ya están cansados y baja su actividad…
Por eso, tenemos que determinar qué tipo de perfil de comedor tiene nuestro niño. Niños que tienen hambre constantemente, buscadores de comida pero que realmente no comen cuando se sientan a la mesa, o que pareciera que nunca la tienen, niños que prefieren lo dulce otros que prefieren lo salado, niños que son autónomos incluso cogen la comida, niños que prefieren alimentos fríos o les encanta la comida muy caliente.
Son aspectos que nos tenemos que parar a reflexionar para poder ser efectivos en esta no sencilla tarea de hacer impacto y evolución en la alimentación de nuestros hijos. Resumiendo… has de analizar aspectos como la temperatura, la textura, alimentos mezclados… Escoge el momento adecuado, aprovecha el momento del día en que tu niño está más dispuesto a probar un alimento nuevo.
Nuestro consejo es ofrecer siempre el alimento cuando tenga hambre: si se le ofrece una vez que ya ha comido, posiblemente esté saciado y lo rechace, así que valora cuál es el momento ideal, cuando presenta más apetito.
Fomenta esta Rutina Familiar.
Para ello, tienes que preparar la intervención. Pues es importante, analizar los aspectos de rutina familiar, por un lado detallaremos qué comidas realiza en casa en una semana normal, y por otro quién es la persona encargada tanto de llevar a cabo esas comidas como de su preparación.
Es muy importante escoger a la persona adecuada para realizar la intervención y que esa persona sea la responsable y la única persona que intervenga en los primeros ensayos y, a ser posible, que sea la única persona presente.
Un recurso muy útil puede ser grabar las primeras intervenciones para luego visualizarlas y poder tomar notas sobre lo que ha ocurrido, para realizar un análisis y los cambios en nuestro programa, lo mismo que nos ayudará a compartir esos avances con el niño y con todas las personas implicadas y con las que habrá que generalizar este proceso más adelante.
Es esencial prepararse psicológicamente para esta intervención, ir paso a paso, todos los tips que os daré hoy no son para hacerlos todos a la vez, ser comedidos, buscar vuestros retos viables, siento súper objetivos y midiendo aquello que podéis conseguir hoy, mañana o esta semana. No os podéis permitir vivir como un sufrimiento algo tan bonito como son los primeros años de vida de un hijo por estos problemas conductuales con la comida, la montaña parece cada día más empinada y a muchos padres se les olvida disfrutar con sus hijos por temas como este, y es el aspecto más importante.
Es esencial acompañarlo en el proceso con seguridad pero con suma tranquilidad. La clave es mantenerse en calma y respetar sus tiempos.
Enseñar con el ejemplo es vital.
Los padres somos modelos para nuestros hijos en todo, incluyendo la alimentación. No se puede pretender que un niño coma fruta si ve que los padres jamás la comen. Comer con él y dar el ejemplo es siempre muy importante. Si tu hijo te ve masticar y comer, probablemente sienta curiosidad y desee probar lo que tú comes.
Vamos a poner orden. Empecemos con un LISTADO DE ALIMENTOS.
Tendremos que elaborar un listado de alimentos que así saber que come el niño, con el detalle de si es triturado y sólido, si existen algunas alergias, intolerancias a tener en cuenta en el menú.
Es muy importante que dividamos estos alimentos en desayuno, comida, cena y snacks que representan lo que conocemos para picar entre horas. Y la división también irá relacionada a alimentos que le gustan, alimentos que no le gustan y alimentos que no le gustan nada. Es muy importante que esto nos de un histórico de lo que ya hemos intentado, de lo que seguro hemos descubierto en nuestros intentos por realizar este paso, de llevar a cabo este objetivo en otros momentos del pasado. Y por último, y teniendo presentes estos listados del pasado y del presente hacer el listado de los posibles alimentos a introducir.
Os contaremos más en las próximas publicaciones del blog… Os invitamos a que continuéis con nosotros.
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