Preparando al niño no verbal para el lenguaje

Preparando al niño no verbal para el lenguaje

publicado en: Investigación | 2

Aquellos que no quieren imitar nada, no producen nada. 

Siento deciros qué camino del lenguaje es largo y requiere de una preparación extensa, profunda y consistente en términos de motivación, atención e imitación.  Esto no solamente nos va a traer el desarrollo del lenguaje, si no lo más importante: aprendizaje autónomo, independencia y evolución constante hacia la autonomía y el desarrollo personal.

Nuestros hijos no solamente tienen que aprender lenguaje sino muchísimas cosas antes de eso. ¡Así que vamos paso a paso!

LA MOTIVACIÓN

Para prepararlos para el lenguaje tendréis que encontrar aquello que les motive. Quiero que no solamente hagáis una lista de lo que les gusta a vuestros hijos en cuanto a objetos, comida o actividades,  sino que trabajéis en ampliar esa lista. Una de las cosas que trabajamos en las terapias iniciales es ampliar las cosas que motivan al niño, lo que en una metodología ABA se conoce como reforzadores. Los necesitamos y serán imprescindibles para ir trabajando más adelante, porque serán el anclaje que hará que nuestros niños quieren estar ahí con nosotros.  

En los niños no verbales es tan necesario este concepto porque la motivación no sigue los mismos parámetros y no se rige naturalmente como la nuestra. Es necesario encontrar aquello que motiva a nuestros niños y hacer un ejercicio de investigación y de exploración para ampliar mucho más ese registro motivacional. Unos ejemplos que pueden ayudaros son: saltar en la cama, hacer pompas de jabón, jugar con el agua en un barreño, la música, instrumentos, canciones, sonidos. También reforzadores primarios cómo algún alimento u objeto que les guste manipular. Incluso las propias personas pueden ser reforzadores de esos niños.  

La idea del trabajo de estos motivadores es que, a través de ellos, consigamos desarrollar fotos mucho más sociales y verbales. Si establecemos una asociación mientras su motivador está ocurriendo con señales, frases, unas palabras, éstas podrán actuar de la misma manera cuando ya no los asociamos a esos motivadores.  

En resumen, el primer paso es descubrir los reforzadores y después hacer un trabajo sistemático de darle etiquetas verbales mientras los estamos realizando. Es muy importante que cada vez que terminen momentos cotidianos recurramos a este ejercicio para asegurarnos que las actividades, objetos se convierten en reforzadores amplios enriqueciendo la vida de nuestros niños y les están dando alegría. Porque sin emoción no hay aprendizaje ni voluntad; así que este recurso guardarlo en el bolsillo para que esté siempre a mano.

LA ATENCIÓN

La atención es el segundo proceso que tiene lugar previo al lenguaje. El contacto ocular será el primer aspecto que trabajaremos con nuestros niños no verbales, ayudándonos de esos reforzadores magníficos a realizar un ejercicio para reforzar todos los contactos oculares que hace el niño.  Con ello buscamos la interacción con nuestros pequeños: tenemos que encontrarla y fijarla.  Y esta segunda habilidad es la respuesta a su nombre, cada vez que nuestros niños se giren cuando escuchen su nombre estaremos reforzando esos motivadores para que vuelva a ocurrir.

El tercer aspecto es la permanencia del objeto. Esta habilidad es innata en los niños sin trastornos, pero muchas veces no está desarrollada en nuestros niños no verbales. Es muy importante desarrollarla para entender el funcionamiento del mundo ya que cuando no se desarrolla bien genera muchísima conducta, estrés y ansiedad porque los niños sienten que las cosas que no ven o que dejan de ver desaparecen. Eso puede ocurrir con sus objetos favoritos, con una persona, con su madre. 

Para desarrollar la permanencia del objeto son muy importantes los juegos del cucú y peekaboo: ocultarse debajo de una manta o esconder objetos dentro de una caja llena de lentejas. Tenemos que enseñar al niño que pasa con esos objetos, por lo que es muy importante ir progresivamente con estas actividades. Os invitamos a esconder los objetos primero parcialmente, que puedan ver un trozo y poco a poco acabar escondiendo el objeto entero e incluso con transición, es decir escondemos el objeto fuera del alcance del niño.  

Aunque parezca una habilidad sencilla, la gran mayoría de los niños no verbales tienen grandes dificultades para desarrollarla e incluso genera un gran porcentaje del estrés que sufre el niño por ese cambio en el entorno que no es capaz de comprender. Armaros de bolsas, baúles, sábanas, cajas y dedicar un tiempo importante al desarrollo de la permanencia del objeto.

Por último, en esta fase atencional es importante la señalización. Aunque no es una habilidad que todos los niños desarrollan, sí es cierto que conseguir está destreza facilita muchísimo la vida en familia, la comunicación con nuestros niños no verbales y su salud emocional.  No hay qué obsesionarse con ella y por supuesto hay que darle toda la ayuda física no invasiva posible: ayudando físicamente, pero sin forzar. Podemos manipular el cuerpo del niño y con el nuestro reconducirlo, dar ayuda verbal diciéndole lo que tiene que hacer, una ayuda por señalización nuestra, etc.

Así que en el principio de las actividades es muy importante dar la máxima ayuda posible y reforzar. Poco a poco retiramos la ayuda y aumentamos esos reforzadores porque ya lo está haciendo solo. 

LA IMITACIÓN

La imitación es la destreza más compleja y más completa antes de llegar al lenguaje.  

Después de haber trabajado toda la fase motivacional, estamos contentos, activos, animados y atentos. Con estos ingredientes es cuando emerge la atención conjunta, la comunicación activa dentro de un marco de trabajo dónde aprendemos algo juntos, atendemos a una actividad mano a mano: ahí, en este contexto, es donde surge la imitación.

Existen muchos tipos de imitación, algunos más sencillos que otros, pero es estrictamente necesario que el niño tenga esta capacidad.  La imitación con las manos, con los brazos, los pies, las, piernas, la boca, la lengua, la cabeza… toda esta coordinación nos dará la base para controlar todos los aspectos prerrequisitos del lenguaje.  Es a través de esta imitación que llegaremos a la imitación verbal, que nuestro hijo sea capaz de imitar lo que las otras personas dicen y aprenda del contexto de todas las personas que le rodean. 

Las familias que están en Método VICON están muy familiarizados con todos estos conceptos y la importancia de cada uno de ellos. Todos son progresivos y evolutivos, por lo que es muy importante que cada uno de ellos esté fuerte, desarrollado y activo para que emerja el lenguaje. 

2 comentarios

  1. Elvira Rossana Aldave Rojas

    Muy interesante me esta sirviendo gracias por compartir

    • Cristina Oroz Bajo

      Muchísimas gracias Elvira, es fantástico que es últil!! Ayuda mucho a seguir por este camino!!

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